miércoles, septiembre 16, 2009

El oficio

Domingo por la tarde

y Mexicópolis sola como nunca

¿Por qué me duelen tanto los crepúsculos?

Camino, pareciera ser lo único vivo aquí.

Llovizna y hay viento

Recuerdo tus palabras:

¿Por qué soledad? ¿Por qué dolor?

Es el oficio, sólo el oficio

Siempre hay un precio, un pago

Esto de sentir de esta manera nunca es impune

Miró a través de una ventana con las cortinas abiertas

Hay una familia viendo televisión.

La madre, el padre, dos hijos, no muy grandes, no muy pequeños.

No reparan en mí, sólo soy una sombra.

Mexicópolis está sola como nunca

Le llueven los ojos. Qué tonta. Qué triste.

Y un solitario camina esta tarde gris

Despacio, no hay prisa por llegar a ninguna parte

a pesar de la lluvia, a pesar de la vida

¿Hay que seguir?

A veces no lo sé, a veces me canso...

Me llueven los ojos. Qué tonto. Qué triste.

Alfredo Alejandro Parra

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